Música Van Damme

Después de un concierto de primera, me encuentro este video de un tal Ne-Yo. Este tipo de ofertas musicales insultan al espectador, sacan de mí mi vena más autócrata. No he podido evitar hacer la comparación con una película de Van Damme o de Chuck Norris. El video es hortera, el artista tiene complejo Horatio, la letra ...
Os dejo con esta maravilla. Supongo que para hacer las cosas bien, hay que conocer también los errores a cometer.

Noche de concierto

Menos mal que Esther me convenció y no me dejó echarme atrás por no poder estar en pista. De hecho, seguramente disfrutamos más en la segunda planta.

Nunca he sido muy asiduo a conciertos. A pesar de que disfruto mucho con la música que escucho, mi activismo antifanático me impide disfrutar de conciertos. Pero ayer me redimí con mis saltos de todas mis ausencias.

Ayer recordé unas palabras de un amigo antipoperos. Se quejaba de lo poco visceral, inductiva y rítmica que era la música indie. Si Arcade Fire se puede considerar una banda indie, ayer dieron una lección de ritmo con su mejor arma, una recopilación de sus mejores canciones. Abundantes recursos rítmicos, estribillos vocálicos, inercia musical, coros NBA,... adrenalina para los latidos de todos los asistentes.

Directo en estado puro.
'Ready to start' una nueva afición.

Muestras de estupidez

Es imposible no extrapolar todo lo que se siente a los textos que lees. Un artículo de opinión política lo puedes convertir en una clase de autoayuda. Eso me ha ocurrido hoy con una entrada del blog de Enric González. Este ha sido el párrafo en cuestión:

"¿Conviene prohibir la estupidez, como en varios países se ha prohibido proclamar que no existió el Holocausto? Creo que no. La estupidez fermenta en la clandestinidad y acaba adquiriendo, para algunos, la condición de “verdad oculta”."

La estupidez algunas veces se oculta en mi subconsciente. No sé si prohibirla o no. Como dice Enric, puede ser que deba mantenerla como mi Yang particular.